Nos batimos a duelo durante seis días. El enemigo perdió un hombre en batalla y lo anduvimos buscando toda la tarde.
Rolf Tangvald sufrió una herida al ser alcanzado por un cangrejo en la playa.
El séptimo día descansamos.
El sol estaba por asomarse. Daba vueltas por el campamento junto a el Sodero Homérico quien examinaba interesadamente la cabeza de un maniquí cuando vi al Payador Eléctrico entablando charla con Jupiterium. Por momentos ambos se agitaban y escupían al hablar o si no todo paraba y juntos disfrutaban de un mojito entre las dunas.
-El Pacto del Alba-dijo Jebús Rastaman a mis espaldas.
Le pregunté de que se trataba y me explicó que el Payador Eléctrico estaba vendiéndose al enemigo para salvar el pellejo de todos. Intenté detenerlo pero Jebús no me lo permitió y me dijo que era necesario en este momento que el se arriesgara-El Payador Eléctrico está entrando en el juego, solo el sabrá como escapar de allí.
Cuando por fin amaneció, lo vimos acercarse apoyando todo el peso de su cuerpo en el bastón y supimos que otra vez lo perderíamos de vista, nos saludó y miró hacia atrás.
La mano de Jupiterium lo tomó y lo arrastró velozmente con rumbo desconocido.
Nota: En la foto vemos el momento en el que se sella el Pacto del Alba.
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