Rolf Tangvald decidió tomarse el ferry mientras que el Payador Eléctrico buscando más aventura tomó una pequeña balsa hecha de caparazón de tortuga mediterránea . Veloz avanzó por el río Seyhan rumbo a la provincia turca de Adana.
El Payador Eléctrico charlaba con su guía sobre el peligro de las "anguilas de ribera" y los poderes curativos del gran mosquito "Zarpoco".
-Usted debe aplicarse la sangre del mosquito en cada pezón...y será curado de cualquier herida Sr Eléctrico-decía el guía-.Pero tenga mucho cuidado de las anguilas de ribera...ellas suelen morder las nalgas de quienes se aventuran en este río.
El Payador Eléctrico colocó su bastón en el agua y admiró el paisaje. Alguna que otra vez, pasaban por algún pueblito olvidado y los niños y los perros salían a saludarlos mientras agitaban sus cimitarras.
-No lo están despidiendo Sr Eléctrico...le están diciendo que se acerque para comérselo-el guía mostró los dientes-.Estos son pueblos caníbales.
Pronto la ciudad de Adana apareció frente a ellos, más o menos a 50km de la desembocadura del río y allí la gente de los pueblos caníbales estaban aguardando al Payador Eléctrico.
Nota:Esta foto me llegó ayer, todavía no se que suerte corre el Payador Eléctrico.