lunes, 29 de octubre de 2012

El Viaje del Payador Eléctrico ( contado otra vez por el mismo)


No se cuanto tiempo llevo aquí.
¿Qué será de mi?
Mi ropa ha cambiado otra vez mostrándome que soy un turista en mi cabeza.
Seguí mi instinto todo lo que pude y me llevó a recorrer los laberintos más difíciles de mi mente.
Allí, me enfrenté a los peores peligros, a los de uno mismo, a los obstáculos.
Finalmente comprendí que solo yo podría escapar de mi mente, después de todo era mía y de nadie más.
Recordé los momentos felices que había pasado, lo que yo solo había dejado detrás y entonces vi la luz.
Salí de la caverna y allí a lo lejos el sol reía para mi...si, para mi.
Una voz susurró a mi oído que buscara al enano guarda-mentes, solo al encontrarlo podría escapar de aquí.
Voy en su busca.

viernes, 6 de enero de 2012

Cercados en la costa...

Luego de unos días en el mar, tocamos la costa.
Rolf Tangvald no dio señales de vida.
Nos preguntábamos quien nos había atacado y en donde estábamos.
-En Grecia-explico un faisán.
-Bueno, por lo menos llegamos a destino-dijo Jebús Rastaman.
-Y la coraza de nuestro barco también-contesté yo viendo el navío en la arena.
Acampamos esa noche en la playa escuchando al Sodero Homérico llorar por haber perdido a su amado maniquí Glorieta.
Jebús logró comunicarse con un par de comadrejas que se encargaron de conseguirnos alimento.
Yo por mi parte encendí el fuego.
-Oh mi querida Glorieta...¿Por qué?¿Por qué me has abandonado?-lloraba el Sodero mientras tallaba un nuevo maniquí con madera de Zumaque-.Nadie será capaz de suplantarte Glorieta.
Cuando despertamos al otro día, un gran barco pirata nos vigilaba no muy lejos de la costa y sus cañones apuntaban hacia nosotros.
-Levanten las manos y arrodíllense-gritó una potente voz-. Háganlo o dispararé.
Dejaré de escribir para saber que pasa.

Nota: En la foto vemos el encuentro entre Jebús Rastaman y el Sodero Homérico.