Luego de la ida de la Rockera Galáctica, el Payador Eléctrico no salió del palacio en tres largos días, alguna que otra vez se asomaba al balcón y se quedaba mirando la nada.El Sodero Homérico y yo nos quedábamos observándolo durante horas intentando adivinar que pensaba y una que otra vez, pudimos palparle el hombro en los pensamientos y hacer que voltee.
Rolf Tangvald por su parte andaba tras las huellas del ejército de Jupiterium Junto con Jebús Rastaman y se ausentaron un par de días.
Una mañana desperté a causa de un gran alboroto fuera del palacio, miré a mi alrededor y no estaban ninguno de mis amigos.
Decidí salir a ver que era ese ruido, abrí las puertas del palacio y me encontré con una gran manifestación, a la cabeza de la misma el Payador Eléctrico.
-Ya se ha recuperado- dijo Rolf Tangvald a mis espaldas.
-Y ha convencido a un grupo de gente para contraatacar a Jupiterium- acotó el Sodero Homérico.
El Payador Eléctrico se acercó a nosotros y luego de explicarnos que estuvo vagando en su mente en busca de respuestas en planetas lejanos, nos dijo que debíamos arrancar con el viaje.
Horas más tarde marchábamos por el desierto rumbo a la batalla.
Nota: En la foto vemos la imagen del Payador Eléctrico reuniendo al ejército.
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